martes, 14 de mayo de 2013

La floración del manzano


Cada año, en primavera, frutales diversos estallan en flores, preludio del fruto que nos darán. Los hay famosos, como los cerezos del Jerte; y más modestos pero entrañables, como nuestros manzanos. Desde hace algún tiempo el servicio de turismo de la Mancomunidad de la Comarca de la Sidra (Bimenes, Cabranes, Colunga, Nava, Sariego y Villaviciosa) organiza excursiones por diversas pomaradas para ver ese cambio en el paisaje. Esta es la crónica de la más reciente.

Me apetecía mucho hacer esta excursión, por disfrutar del paisaje y por una afición menos protagonista, ni del blog ni del viaje, que es la que me une a los vehículos clásicos. Resulta que el recorrido se hace en un autocar antiguo, y a mí también me llamaba la atención este detalle. 

Puntualmente nos reunieron en el Teatro Riera, punto de información turística de Villaviciosa, y nos hicieron una presentación del tema con apoyo de imágenes. Miguel A. Naredo sería nuestro anfitrión todo el viaje. Hábil en lo suyo, en la difusión de las posibilidades turísticas de la zona, nos salpicó el trayecto con varias sugerencias más para otros momentos, que no faltan. El Festival del arroz con leche de Cabranes, celebrado este pasado domingo; la Escuela Museo de Viñón, la campaña de descuentos comerciales o los menús especiales en la misma Villaviciosa el fin de semana de la ruta... De los aspectos más técnicos, pomológicos, se encargó Jorge García. Él fue quien nos habló de lo que veríamos sobre el terreno después, casi de lo que no veríamos, porque esta primavera fría y lluviosa ha retrasado la floración de los manzanos. Ahora, cuando escribo esto y cuando lo publique, seguramente tendrán un aspecto bien distinto los mismos cultivos, pero no cuando fuimos nosotros.

Al autobús y en marcha. Hay un momento para una parada en Valdediós, para acercarse al conventín, a una de las muestras del prerrománico asturiano. Esto merecería mucho más tiempo, más detalles, pero es sólo una parada breve, nos espera el campo.

El Mercedes O302 refunfuña mientras tira de tantos viajeros por las rampas y las curvas de la zona, no entiende de primaveras ni flores, es una máquina.

Poco a poco comprobamos lo previsible, que los manzanos todavía no abren sus brotes, apenas. Aquí casi todos son tardíos, adaptados a nuestro clima, con escaso sol, así que protegen el fruto retrasando el proceso. 

Entramos en Sariego y paramos ante las instalaciones donde los Masavéu elaboran Valverán, esa sidra "de hielo" (por congelación del mosto, claro, que aquí no se alcanzan temperaturas tan bajas como para que se hiele el fruto en el árbol) que hace una buena función aperitiva o de postre. Delante vemos una de sus fincas de producción; más explicaciones. Al fondo, las instalaciones de Trabanco en el concejo, bien visibles.

De aquí hacia La Roza, Nava. Allí haremos la parada 

más larga. Fermín y Charo nos reciben en su finca. Ellos, las abejas, y unos cuantos manzanos diferentes, algunos ya en flor. Vemos a una gente entusiasta, conocedora del campo y amante de lo que hace. Son productores que trabajan en ecológico por convicción y que tienen las correspondientes certificaciones administrativas. Esto, que tendría que ir de la mano, muchas veces no es así, por eso lo señalo. Hay una buena extensión de manzanos de sidra pero ninguno de los frutos acabará fermentado. Al contrario, toda su producción va a parar a Agrecoastur, cooperativa de agricultores ecológicos, y con ella se elaborarán principalmente zumo de manzana y mermeladas.

Las abejas son la debilidad de Fermín, casi tanto como sus manzanos. Conoce los distintos tipos que hay en la finca y mima a distancia prudencial un enjambre. Ellas son las verdaderas artífices de todo esto, ellas polinizan los árboles y permiten su (re)producción. De hecho, las vemos trabajar a escasos metros de nosotros, ajenas a nuestra mirada, concentradas en las flores que ya se les van ofreciendo.


Refuerza las explicaciones anteriores de Jorge. El manzano en Asturias es reservado, se defiende del clima. Y el agricultor ha de ser prudente y mezclar variedades con distinto ritmo de floración para evitar un golpe desfavorable del destino en forma de helada o tormenta. Otra vez hacemos de la necesidad virtud, otra de las razones que explica por qué la sidra es multivarietal. 

Nos habla de patrones e injertos, de distintos marcos de plantación, de posibilidades de cada uno. El pulso entre la producción y la naturaleza está ahí. También la explicación natural para la vecería y cómo no todas las variedades tienden a ella por igual. El árbol sabe cuánto fruto tiene en curso y él mismo se corrige de una cosecha a otra para administrar sus recursos. Hay algo más que madera y hojas, es la vida.

El calor aprieta. Nos dan a probar ese zumo, que yo 

conozco por otra vía ya, y gusta, tanto que venden un buen montón de botellas. También están allí las mermeladas, de manzana, de kiwi, de kiwi con miel o con nueces, de frambuesa. No quise cargar ese día con tarros y casi me las pierdo; menos mal que lo pude remediar en la reciente Feria de la Ascensión en Oviedo. Ahí están esperando que las pruebe. Del zumo sí puedo decir que está muy bueno y que es eso, puro zumo, sin nada más. 

La vuelta la hacemos dando un rodeo para cruzar Cabranes. Me alegro, porque llevo un rato insistiendo ante mis acompañantes en sus atractivos y así puedo enseñarles alguno sobre la marcha. Después vendrán algunas botellas de sidra, probar la de Trabanco sobre la madre (sobre lías), comer unas tapas en Casa Milagros y hacer la sobremesa en el Café de Vicente, pero eso ya sería otra historia. Lo importante es lo que hayamos podido aprender sobre esta forma de vida, la vegetal. Sí, los manzanos saben que es primavera aunque le esté costando llegar. Y nos la van a regalar, como cada año.




14 comentarios:

  1. Por diferentes motivos (voluntarios y forzados), estoy últimamente dándole bastante a la sidra, y presta un montón ver que se llevan a cabo estas iniciativas para poner en valor uno de nuestros humildes tesoros.

    Y como siempre, que no por habitual hay que dejar de repetirlo, contado de manera muy amena.

    Por cierto, ese zumo de uva es algo adictivo.

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  2. Gracias, Compangu. Me parece bien que le des a la sidra pero ten cuidado, que ya sabes que algunos de nuestro entorno enseguida te acusan de pasarte al lado oscuro ;-) Aparte de la broma, es algo tan nuestro que es bueno darle una vuelta más, ir al origen, a la fruta, al campo, ver a los productores y entender sus razones.
    Y sí, el zumo de Agreco está muy rico, puede enganchar.

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  3. Muy interesante la excursión. Yo, afortunadamente tuve bastantes oportunidades de disfrutar de los manzanos en flor cuando en el trabajo estaba todo el día por las carreteras asturianas.

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  4. Pues sí, Toni, metimos bastantes cosas en poco tiempo, fue aprovechada.
    La verdad es que cuando te mueves por ahí por obligación ves el paisaje pero no es lo mismo, no suele haber tiempo para observar detalles.

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  5. Si los ves esta semana alucinas, yo que vivo rodeado de pumares me encanta esta fecha. Nada que envidiar al Jerte....bueno si, el tiempo, con sol se disfruta el doble :-)

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  6. Si los ves esta semana alucinas, yo que vivo rodeado de pumares me encanta esta fecha. Nada que envidiar al Jerte....bueno si, el tiempo, con sol se disfruta el doble :-)

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  7. Seguro. Si puedo daré una vuelta el fin de semana por zona de concentración, a ver las flores que faltaban entonces. Lo esencial es lo que saldrá de ahí. Y no te digo nada cuando acabe dentro de una botella ;-)

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  8. Una cuestión,que tour de restaurantes de 40-50 euros me recomendarías en Asturias,centro y occidente.
    Aloque

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  9. Empiezo por lo fácil, Aloque. En Oviedo tienes fórmulas para ese presupuesto sin problemas en Ca Suso, 180° y Naguar. Y sabes que ahí me puedes pedir alguna opción más. Gijón lo tengo muy despintado ahora. Podría ser una apuesta La Taberna del Cencerro pero ojo al presupuesto, que se puede pasar. De Avilés me quedo con la propuesta informal de Llamber. Le señalan algunas irregularidades, pero puedes completar el centro con La Corriquera, en Llanera.
    Según vamos hacia occidente me pillas en mi zona más floja, menos visitada. En lo más inmediato puedes mirar la orientación tradicional de El Llar de Viri (Candamo). Ya en Salas tienes Al Son del Indiano, interesante. No sé si prefieres costa o interior pero hace tiempo que no paro en ninguno reseñable por ahí (insisto, visito menos la zona, no es que no haya). Mi lista salta ya a Tapia, donde el Palermo ahora también incorpora propuestas que te encajan en ese precio. Tengo amigos que lo discuten mucho pero hay otros que lo siguen poniendo muy bien. Y como opción interesante y menos trillada te apunto el Gastrobar Marejada. Tienes que encargarlo previamente pero puedes pactar un menú atractivo dentro de ese precio. No sé para cuándo necesitas la lista. En unos días voy a publicar precisamente algo sobre una comida allí.
    Cada día me gusta menos -y se me da peor- esto de aconsejar sitios, pero si quieres algún detalle más, dímelo; y si es algo "inconfesable", por mediación de ese amigo común que sabes puedes comentarme en privado lo que sea ;-)

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  10. Por cierto, voy a extender la pregunta "a la casa de al lado", a ver si allí hay más visitantes de occidente.

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  11. Bella narración, como de costumbre, además de estar relacionada con un post que tengo pendiente sobre las abejas y la apicultura.

    Por cierto, me he hecho con una sidra normanda -ya se que es competencia...- y estoy deseando incarle el diente.

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  12. Gracias, María. Espero ese post sobre apicultura, me interesa.
    Y ya contarás qué tal esa sidra "de la competencia".

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  13. Por cierto, con las granizadas invernales que nos han caído hoy, espero noticias de los productores pero tiemblo por esos manzanos. Qué mal momento.

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  14. Vaya putada lo de las granizadas. Es que el anticiclón de las Azores lo tengo yo secuestrado aquí. ;-) :-)

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