lunes, 25 de febrero de 2013

Y otra fiesta: generosos.


No quiero saturar al lector, pero van a ir dos seguidas en el mismo escenario. Con el recuerdo del homenaje a de la Osa aún caliente nos reunimos de nuevo en Naguar una noche de jueves para otra fiesta, esta vez, con Coalla implicado en el asunto y con los vinos de Jerez como pretexto. 

El guión yo ya lo conocía, más o menos el mismo que en diciembre se usó para un acto muy parecido en Vinoteo. Los protagonistas, no obstante, no coincidían totalmente. Algún vino sería distinto y los platos, claro, todos diferentes.

David Barro defendió como pudo su presentación, su introducción teórica a la magia de esos vinos. No fue fácil porque éramos una mesa para catorce en una esquina pero el comedor estaba abierto y atendía a algunas mesas más. Y vamos a decirlo todo: porque parte de los asistentes no tenían mucho interés en escuchar las explicaciones, sino sólo en comer y beber. Por decirlo suavemente.

Vamos al grano. Empezamos la velada con un falso vermut, que es en realidad el cream Isabela servido con hielo y rodaja de naranja, para demostrar la versatilidad de estos vinos. Para tormento de los impacientes, el maridaje de este fue PowerPoint y charla. 

Pero todo tiene su tiempo y al fin llegaron a la mesa los calçots, algo que Martino acostumbra a trabajar, y el OVNI, vino del que ya he hablado en otras ocasiones, ese Pedro Ximénez elaborado en seco tan peculiar. Sorpresa con el vino, dudas con los calçots (si comerlos al modo tradicional o usar los cubiertos y una alternativa más prudente) pero parecía gustar todo aquello. A mí, sin duda. Me encantan los calçots y puedo prescindir de las exhibiciones de capacidad de engullir, acepto los cubiertos.        

Con el cremoso de compangu, ese lingote de una especie de paté asturianísimo, bebimos Colet-Navazos, experimento curioso donde el nacido cava se vuelve mestizo y sustituye licor de expedición por vino de Jerez. De este no he hablado en el blog aunque sí en Facebook. Seguía la fiesta y la gente parecía pasarlo bien. 

Hasta aquí podemos considerar la fase de aperitivo de la cena, aunque toda ella estuviera concebida en plan informal y para pequeñas degustaciones. Pero si te ponen una ostra en la mesa y empiezan a desfilar botas del equipo Navazos especialmente escogidas la cosa crece, son palabras mayores.

Ostra con torreznos y Bota 35, fino, saca de junio de 2012. Un fino maduro, de un color precioso, dorado con fuste, que ya te dice cuáles son sus intenciones. Aquello es de trago pausado, para saborearlo, dejar que te llene la boca, que se pelee con los sabores difíciles. De entre los manjares de prestigio no es la ostra mi preferida pero la combinación provocaba (bueno, manjares de prestigio, pocos, que uno es plebeyo, mero diletante. Y además son caros).

Algunos en la mesa nos miramos con complicidad cuando llegó el oricio. Ese rico revuelto de oricio que vimos por última vez en Caces hecho tortilla suflada aquí venía a pelo dentro del caparazón del bicho, de esa alezna. Qué recuerdos. La propuesta para este bocado era la Bota 39, una bota "NO" (aquí tocó la explicación de esas marcas tan personales que hacen los capataces en las bodegas andaluzas del Marco de Jerez, como este NO o algún NPI que significa exactamente eso que estáis pensando) de manzanilla pasada. A mí fue la única que me defraudó un poco. Hubo un no sé qué de madera vieja excesivo, una nota sucia que se hacía demasiado fuerte y quería tapar la finura del oricio. 

Pero no me iba a dar tiempo ni a torcer el gesto porque llegó a la mesa el palo cortado, esta Bota 34 que hizo el silencio por mi lado. Impresionante, un mundo en sí mismo, un viaje a su tierra natal y a otro momento; dejó de ser invierno, se paró el tiempo por unos segundos. La noche había cambiado. Encima, por si necesitásemos algo más, su compañía sólida fue un queso hermano del que aparece en el artículo anterior, del que Manolo de la Osa se había traído de su tierra. Pieza más pequeña y con menos intensidad que aquella, pero excelente de todos modos. Habíamos llegado a la cumbre de la cena.

Aunque si soy sincero quizá tenga que aceptar una sorpresa tan grande o mayor en el postre, porque la emoción fue parecida y a mí me gustan poco los vinos dulces, así que el mérito de este es grande. Otra bota NO, de esas especialísimas, de esas que se apartan, que no se mezclan, la Bota 36 de Pedro Ximénez, un desafío a la densidad del vino, con una edad de solera por encima de 30 años -se apuntó hasta 50- y con un porcentaje de azúcar natural conservada que casi prefiero no saber. Moderado en alcohol, frutal y con esa acidez tan alta que parece increíble en vinos tan viejos y dulces. Además la casa volvía a provocarnos desde la cocina con recuerdos entrañables, el suspiro de Pajares en versión galleta un poco mayor, pero era ese suspiro con el que terminaban las comidas en L'alezna.

Después de tanto viaje imaginario por los recuerdos, después de asombrarnos con los últimos vinos, después incluso de conversaciones de contenido tecnológico, que no armonizan bien con la comida, salimos de allí con el mismo ánimo que teníamos dos semanas atrás, más rápida, más leve, pero otra gran fiesta. Y algunos, con planes de compra, con la vista puesta en las estanterías del distribuidor que nos presentó estas botellas. Ojalá se repitan ocasiones así. Sólo puedo terminar dando las gracias.

17 comentarios:

  1. Estuve a punto de apuntarme, pero tanta ostra, oricio, etc me hizo no decidirme. Además ya he probado todos los vinos de la cata. ;-)

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  2. Por cierto, en mi opinión la Bota 36 de PX me pareció el menos bueno de los PX que ha presentado hasta ahora Navazos.

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  3. Creo que Ford Fairlane diria algo asi como "Tan poca comida, para tanto vino". Todo con muy buena pinta, eso si, pero yo me pongo con esto y agarro la de coyeme con pinces, casi tanto como una de maridaje con cerveza en Ca Suso que me destrozo...pudo conmigo, me acuerdo, mal...pero me acuerdo :-)

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  4. Toni, es el primer PX de Navazos que pruebo, así que no digo nada. Sabes que no son mis vinos preferidos.

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  5. Fartón, no me seas flojo, que un paisanu ye un paisanu ;-)
    Además ya sabes cómo va esto (cuando es en serio): pruebas, es decir, cantidades pequeñas.

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  6. ESe Palo Cortado no tardaré en probarlo

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  7. Buen homenaje y un lujo probar esos vinos. ¿Que te pareció esa presentación del cream?, me ha sorprendido.
    Con el Ovni,¿ a qué te refieres con que fue una sorpresa?.
    Estos vinos me cuesta un poco valorlos como al resto, por lo especial, exclusivo y en cierto modo "raros". Ya tienen algo ganado antes de abrirlos.
    La 35 me parece un fino excepcional como aperitivo o acompañando diversas comidas. La 39 al igual que a Toni no me convenció pero también es por su precio.
    La 36 de PX me gustó menos que la 12 en su día. No me convencé ese torrefacto en boca, me gustan con menos pero sin emabargo un gran p.x.
    Al Palo cortado le tengo unas ganas tremendas, ya no solo por ser una bota sino porque los que he probado hasta ahora, en mayor o menor medida, eran para hacer la ola, una pasada.
    Notaste en ese espumoso que ese "licor de expedición" fuera protagonista. He porbado varias botelas de distintas añadas y unas veces era más protagonista que otras, también con el de manzanilla.

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  8. Sibarita, lo del cream ya lo había visto en Vinoteo y es muy curioso, llama la atención y gusta. Son vinos tan versátiles que admiten tratos que otros no aguantarían.
    Digo lo del OVNI porque mucha gente en la mesa no lo conocía y también se sorprendió, más que nada porque no esperaban un PX no dulce.
    Estoy de acuerdo en el valor gastronómico de la Bota 35 y ya ves que a mí no me convenció la manzanilla, aunque no entro en valoración del precio.
    No encontré un torrefacto muy marcado en el PX porque lo hubiera rechazado. Aunque ya sabes que tú y yo no nos ponemos de acuerdo con ese descriptor :-))
    Del Palo Cortado hablamos con mucho gusto en cuanto lo pruebes, a ver qué ovación le dedicas a este.
    Y el espumoso pude valorarlo poco esta vez, menos mal que ya lo conocía. Un poco apagado pero no quiero ir más allá. Por desgracia, siguiendo la "etiqueta", lo sirvieron en esa cosa ridícula con forma de copa que podría valer como mucho para poner una flor en la mesa, conocida como copa flauta.

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  9. Je, je. ¿Qué tienes contra las copas flauta?.

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  10. Que valdrán para otras cosas pero no para beber. Por retener el adorno del carbónico que ya ha hecho su trabajo, ni aireación ni aromas en condiciones. Y es incómoda para beber.

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  11. No puedo aportar nada a esta entrada, salvo agradecer al autor que la haya escrito. Los sherrys me han abducido -no a la fuerza, el OVNI- muy seriamente y me agrada comprobar que hay más individuos en tal situación.

    Por lo demás, si algo no me convenció de Navazos, han sido los dos PX de esa casa que probé. En cuanto a la copa flauta, suele ser la vergüenza de muchos negocios. De hecho de tan perrunas que son, la opción quedarse con la de vino, suele ser ganadora; pero estamos hablando de copas perrunas, MI barman trabaja con un modelo, que nadie con dos dedos de frente, osaría rechazar:

    http://www.vilaviniteca.es/shop/es/riedel-sommeliers-vintage-champagne.html

    Otra cosa, es que el precio sea mayor que el de la botella a bajarse ;-D

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    1. Pero esa copa que enlazas no deja de ser tipo flauta. Sí, más ancha por la cintura, pero flauta al fin y al cabo.

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  12. María, fue un placer escribirlo porque fue un placer probarlo.
    Sobre los PX me inhibo, no son mis vinos favoritos. Mejor dejo a Toni su justificación.
    Y la copa, para qué contar. Donde tengo confianza siempre hago eso, dejar la de vino convencional (en mesa, siempre, desde luego). Y ha sido causa de no probar cava o champán por copas en algún sitio por evitarme explicaciones que me cansan.

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  13. Copio y pego lo que puse en Los Diletantes.

    Pista gastronómica. En la feria de alimentos europeos de Hipercor tienen una tarrina de cachuela de la marca Farcedo que está muy buena. La cachuela es hígado de cerdo frito en manteca de cerdo con ajo, cebolla, pimentón y otras especias, machado y cocido al final.

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  14. Yo de mayor quiero ser Jorge Díez...no digo mas.

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  15. Pero sin prisa, José Luis, sin prisa ;-)

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