jueves, 6 de junio de 2013

Girona dio para más. Plaça del Vi, 7 y alguna copa.


Después de la rotunda experiencia del Celler de Can Roca nos quedaban unas horas que queríamos aprovechar bien. Para la noche ya teníamos atado el plan y la lluvia nos aguó -que es lo suyo- el tiempo que tendría que haber sido de paseo; lo siento por mis compañeros que no conocían la ciudad, queda pendiente. Así que unos cafés después nos dirigimos a Plaça del Vi, 7, local céntrico, desenfadado, donde tienes unas cuantas tapas agradables y, sobre todo, vino, mucho vino. Como la plaza en la que está. ¿Cómo no va a gustarme una ciudad cuyo centro histórico es la plaza del vino? Es para mí.

Hasta este local me atrajo lo que Joan Gómez Pallarès escribió sobre él, ratificado luego por otros compañeros de redes varias. Había que curiosear allí. Nos recomendaron cuánto pedir en función del tamaño de las tapas pero una vez más se probó que los asturianos somos unos fartones: pedimos bastante más de lo aconsejado. Y no porque viniésemos con hambre, precisamente.

Diversas ensaladas, embutidos, quesos, croquetas, revuelto... Lo previsible en un local de ese estilo pero con cierto toque personal, con alguna seña de identidad propia. La verdad es que probamos la mayoría y casi todo nos gustó. Un poco más flojos los embutidos, extraña para nosotros la forma de salsear las bravas -de las que repetimos, no obstante-, pero quedamos a gusto. Después de lo del mediodía buscamos más bien vinos frescos, ligeros, y los encontramos dentro de su variada carta. No hubo tiempo de preguntar por alguna cosa más que puedan tener fuera de la misma pero aquella lista demostraba inquietud, que es mucho.

Tanto el Humilitat 2011 como el Domaine Gramenon 

Poignée de raisins 2010 encajaban en ese perfil, que la fatiga de la jornada no daba para más vueltas. Un Priorat que busca la inmediatez, ágil, fresco; y una garnacha del Ródano que era un tumulto de fruta, fragante. Duraron poco, claro.

Total, que varias tapas después, con especial interés por una comparativa de quesos franceses y catalanes emparejados por tipos semejantes, un par de postres y un vino dulce (más flojo, además del cansancio y de que a mí me gusten menos) salimos de allí entre agradecimientos de la gente de la casa, no sé si por comer tanto o por la curiosidad. Muy buen ambiente, me gustó este sitio.


La lluvia, la misma que nos había estropeado la tarde, se había ido a dormir, por lo visto. La mitad de la expedición también seguía ese mismo camino, demasiado cansados. Pero otro digno finalista de varias noches de farra y el que suscribe no tenían intención de acabar todavía, así que cumplí mis augurios al menos con uno de los amigos y, como había pronosticado antes, al pasar por delante en el paseo que casi no fue, entramos en El Cercle. De acuerdo, jugaba con ventaja, ya lo conocía, pero también nos lo recomendaron después de cenar en el local anterior.

Eso fue lo fácil, casi costó más trabajo salir. Una ronda, otra, a otra nos invitan... Nos gusta la música y hasta nos atienden peticiones, como para irse. Aparte de un exceso de fotos malas y que nos dejarían en mal lugar, que espero estén borradas a estas alturas, hay que agradecer la simpatía de las camareras y su paciencia. En fin, creo que no lo hicimos mal, nos reímos lo nuestro sin molestar demasiado, así que todos contentos. Pero todo tiene un final y el de este día llegaba ya, era el momento justo de retirarse con el mejor sabor de boca y recordarlo en nuestros sueños, que tendrían que ser dulces forzosamente, no había sido para menos.

Dormimos pocas horas pero eso no importaba, ya habría tiempo. Desayuno sobre la marcha, frente a la estación. Adiós, Girona, hasta la vista. Desandamos el camino, ahora que ya nos lo sabemos; espera larga en el aeropuerto, retraso en la salida y hasta un viento que nos empuja hacia el mar a la vuelta, que obliga al avión a maniobrar para aterrizar como si jugara al despiste. ¿Será que nos cuesta volver? Un poco, sí.

16 comentarios:

  1. Ojalá les llegaran estas palabras tanto a los de un local como a los del otro, para que vieran lo bien que lo pasamos, y lo agradecidos que estamos por ello.

    Y yo, que no soy muy de quejarme del tiempo, me cago en la puta lluvia. Le debo un buen paseo a Girona, sé que me va a gustar, y mucho. Pero era imposible, llovía más que cuando enterraron a Zafra, y no íbamos con la equipación adecuada.

    Pd.: ¿Fotos, what fotos? I don't remember that...

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  2. Cierto, Compangu, sería bonito que lo pudieran leer. Quién sabe...
    Lo del paseo, está claro. Para cuando volvamos, algún año de estos.
    Y me alegra lo de esa "amnesia", menos mal :-))

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  3. Después de la fartura ¡¡¡¡¡¿todavía cenasteis algo?!!!!. Una de dos, o vais a dar la razón alos que dicen que en los sitios de comida moderna se queda uno con hambre o estáis enfermos de farturismo. :-) :-)

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  4. Lo segundo, Toni, lo segundo. No tenemos arreglo. Porque con hambre te aseguro que no se sale del Celler.

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  5. O que no salimos nosotros, claro, que tú tienes tu propia impresión ;-)

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    1. No, yo la última vez que estuve con hambre no salí. Fue con un cabreo considerable con lo que salí.

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  6. Muy bueno, me gusta leerte. A ver si algún día conocemos esa provincia. Saludos

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  7. Muchas gracias, Ankabri. Girona es muy interesante, de veras.
    Un saludo.

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  8. Voy a repetir aquí una costumbre que teníamos en Los Diletantes, noticias y avisos diversos aunque sea de temas conocidos y publicados. Sugiero leer lo último del Gourmet de Provincias -lo tengo enlazado al margen- sobre el coste de la alimentación. Muy interesante.

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  9. Pues a mi lo del Gourmet de Provincias me parece triste, muy triste, además de demagógico.
    Tantas vueltas de tuerca, tanto camino andado (y disfrutado supongo) para al final proponer, difundir y hacer un seguimiento en vivo a través de las redes sociales más "in" de lo que toda la vida se hizo y se sigue haciendo en la mayoría de las casas de este país. Pero encima sustituyendo los productos de cercanía (de la huerta, mar y campo), aunque ya sé que cada vez son más difíciles de conseguir, por las ofertas de las grandes superficies.

    Pero ¡en qué mundo vivían! . Yo no sigo a nadie para que me cuente que hoy ha comido puré de coliflor y colas de bacalao que compró en oferta, (yo comí lentejes y parroches) , y que encima me intente convencer que está descubriendo la tendencia de los nuevos tiempos, y facturando publicidad porque se le incrementan el número de seguidores.

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    1. Manu, algo de eso pensé yo también, y es verdad. Si sigo un blog es para que me hable de buenos productos y de grandes restaurantes. O para avisarme de los malos, pero no que me cuente que comió coliflor y colas de bacalao...

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  10. Hombre, cada uno sigue los blogs que sigue y por lo que le parece oportuno, eso sin duda, pero no es la parte que me parece discutible de esto. Manu, pones el dedo en una llaga. Alcanzado cierto nivel de reconocimiento público, un blog personal adquiere valor de herramienta que mucha gente quiere manejar de muchas maneras. No sé exactamente qué hay detrás de esta iniciativa porque no conozco a la persona pero sí genera una reflexión que no viene mal en ciertos ambientes demasiado hedonistas a veces. A partir de ahí, los resultados serán los que digan el valor del experimento. Ahí se verá lo cuestionable del uso de unos productos u otros, el sesgo comercial si lo hay, etc.
    En todo caso ya da algún resultado: esta discusión, con varios aspectos abiertos.

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  11. ¿Ambientes demasiado hedonistas?. Jorge, la vida ya es bastante poco hedonista y más en la actualidad. Cuando leo estos blogs es principalmente para entretenerme y disfrutar algo.

    Otra cosa es que la iniciativa del Gourmet tenga su punto de interés.

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    1. A eso me refería, Toni. Tiene su interés y llama más la atención aquí y por contraste, viniendo de donde viene. No entro en motivaciones más allá, aunque ahí queda la visión de Manu.

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  12. El punto a recalcar ye que los asturianos somos unos fartones, sí señor, Jorge, sí señor. Nos pasa siempre, el único país que nos gana ye Portugal :-). En Mallorca lo mismo..."¿será bastante?;- Sí, con esto quedáis más que bien" y...porque Marta como poco, que si no... :-)

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  13. Sí, grandes fartones, sin duda :-)) Por lo menos nuestro grupo y aquel día. En vez de muescas, lo que marcamos fue otro agujero en el cinturón.

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