sábado, 30 de marzo de 2013

Primera sidra del año


En estos días festivos se celebra por cuarto año en Gijón, en el Pueblo de Asturias, la presentación de las primeras sidras de la temporada. Muchos llagares aprovechan para dar a conocer la sidra nueva en medio de una gran fiesta para los aficionados.

En la foto que encabeza ya lo veis casi todo: quién organiza, quién apoya, el lugar, las fechas y el precio de la entrada. Si quieres un vaso de cristal (el típico grabado para la ocasión) le sumas 2'50 a la entrada y ya está. A partir de ese momento, sólo acércate a la barra, elige y empieza a probar sidras.

Pero entremos en detalle. Como cualquier presentación masiva no es el sitio idóneo para la prueba tranquila, para la cata. En el caso de la sidra, por su carácter popular y toda la actividad asociada, menos aún que en algunas de vino semejantes. Si tienes eso bien presente probarás sidra, de todas maneras, y te divertirás seguramente. Hay mucho esfuerzo detrás para organizar esto así que todos los lunares que señalo no pueden tapar el reconocimiento y el agradecimiento a la gente que lo ha hecho posible.

Se organiza un programa variado, con actuaciones musicales y baile; hay comida para ayudar a seguir el ritmo, con una parrilla que trabaja sin descanso; puedes ver a los últimos toneleros asturianos y conocer detalles de su trabajo. En fin, no sólo sidra...

La prueba en sí tiene varias dificultades. En primer lugar, y por suerte por otro lado, suele haber mucha gente y es difícil acercarse a la barra. Cuando yo fui no había mucha, escogí el momento a propósito, pero no es lo habitual. En segundo lugar estamos en plenas fiestas y la hostelería se vuelca para conseguir llenar, así que los echadores son extras de diversas procedencias, unos más finos y otros menos. Lo del vaso de plástico ya os conté cómo se puede solucionar, por tanto eso lo saltamos.

Quizá las botellas estaban demasiado frías aunque es muy difícil controlar la temperatura en un certamen así, y sin embargo lo intentaban. Las botellas a temperatura ambiente eran tres de cada, para tener suficiente para la rotación sin que se calentasen. Claro que con la afluencia de público y el ritmo de bebida de cada marca es casi imposible garantizar siempre la misma temperatura.

La lista de llagares participantes es muy grande y no tomé nota de todos. Había representación de toda Asturias, de extremo a extremo, con presencia de algunas procedentes de sitios no habituales en la geografía sidrera, en especial, de la zona de Llanes. No están todos, por supuesto, y faltan algunos conocidos, así que no citaré ninguna marca en concreto para no ser injusto con nadie.

Probé más o menos una docena de sidras diferentes pero tampoco voy a detallar, no voy a individualizar la cata. No voy a hacerlo porque me parece casi imposible con un mínimo rigor. Como ya dije, las condiciones son las de una fiesta, no las de una cata tranquila, así que mal podría entrar en los detalles que permiten valorar las características organolépticas y diferenciar elaboraciones. Súmese lo de la temperatura y que todas pecaban de tiernas, a todas les faltaba reposo, asiento, y cualquier intento de jerarquizar mediante cata sería injusto e impreciso. 

Entre todas había alguna defectuosa, rechazable sin más, y había alguna que destacaba a pesar de esa juventud, de esa falta de botella. Eran de elaboradores que normalmente sacan sidra de buena calidad, y se notaba el mayor peso de fruta, más cuerpo, más riqueza. Lo que hayan de ser lo dirá el tiempo. De momento, en esta presentación sostenían la folixa, daban vida a un alegre ir y venir de gente, alimentaban risas. No me parece poco. 

El tiempo respetó esa primera tarde del certamen y permitió disfrutar mejor de sidra y comida, en especial, a esa animada banda que se apuntó al "Sidracrucis" (yo lo hice el año pasado) y que por allí estaba entre canciones, gaitas y culín viene, culín va. 

En resumen, antes fiesta que prueba, ánimo de diversión, de disfrute, ambiente vivo y entorno agradable. Si no vas a aprender nada nuevo sí te darás el gustazo de probar sidras variadas y de envolverlo en lo que prefieras, música, traje tradicional, grupos bullangueros o algo de aquella parrilla que tu olfato te sugiera. 

El día que se dé mejor solución a lo de los servicios higiénicos -especialmente necesarios en un evento así- daremos otro paso adelante para que esta fiesta sea de las primeras que haya que marcar en la singular semana santa asturiana. Yo desde luego estaré en las de este tipo, no en procesiones diversas resucitadas por ahí.

Cuando leáis esto todavía quedará el fin de semana para disfrutar de la primera sidra en el Pueblo de Asturias. Y si os sabe a poco, ahí tenéis mucho Gijón al que sacarle partido, adelante.


4 comentarios:

  1. Habrá que ponerse con ellas. ;-)

    ResponderEliminar
  2. En breve saldré yo a ello, aunque todavía tomarás la mayoría viejo o "fronterizo" ;-)

    ResponderEliminar
  3. Ni me entere del tema, sera que los planes con guajes no suelen incluir 12 culinos de sidra en viaje!! :-)
    No, fuera de coña tuve un fin de semana movidito.Pero hablando de esa falta de botella güei tome una (como tu no digo marcas) que adolece de eso, tiene una entrada buena, pero termina con un tastu raru...segun los dueños, falta botella, demasiado nueva....pero paguesla igual y comercializase igual....ese es el defecto de la sidra, que "da igual" mientras no sea puxarra. Algo hay que cambiar y eso que con el etiquetado cambio bastante la cosa.

    ResponderEliminar
  4. Fartón, otra falta personal. Vale, están los neños y lo que haya habido, pero es la cuarta edición y todos los años es en el mismo sitio y en la misma fecha: la santa semana sidrera ;-)
    Y lo de la transición de sidra vieja a nueva todavía hay llagares que lo rizan más, las mezclan (para cubrir abastecimiento) y no suele resultar bien la combinación.

    ResponderEliminar