Verano de 2018. La Iglesia Cachópica va a ordenar nuevos sacerdotes en Covadonga, Gijón ya tiene todo listo para el Mundial del Cachopo en las instalaciones homologadas de la FIDMA, construidas con vistas a las Olimpiadas del Cachopo de 2020, y todos los ayuntamientos asturianos están engalanados para el Día del Orgullo Cachopero y preparan los desfiles correspondientes. Sólo la propuesta de unos radicales, la pasada primavera, de sustituir la Comida en la calle de Avilés por un cachopo compartido de la longitud de Galiana (salvo unos metros para colocar a las autoridades en la cabecera) había alterado un poco la tranquilidad de los fieles. Parecen lejanas las turbulencias de hace un año, el llamado Cachopogate. Desde entonces se han dado pasos de gigante. Incluso Ciderbank ha concedido becas a graduados en Historia para que arropen la tradición del popular plato y alguien ha logrado que publiquen su obra, donde se las apaña para vincular el origen del mismo con las gestas de Don Pelayo ("Asturias es cachopo y lo demás, carne empanada" se vuelve un dicho popular esos días). Sin embargo, nada más lejos de la realidad que esa calma aparente.
La UGO (Unidad Gastronómica Operativa, un cuerpo policial de élite) lleva tiempo trabajando con discreción en torno a asuntos de giran alrededor del dichoso plato y la publicación de sus informes va a romper ese clima tranquilo. La Operación Tronco Seco destapará una serie de sobornos y pagos en B que salpican a autoridades, periodistas, blogueros y becarios de los más diversos medios. Cuando el SEPROGA (Servicio de Protección de la Gastronomía, otro cuerpo policial de élite) se incauta de varias toneladas de cachopos congelados de carne de animal indeterminado en una nave de Noreña el tema salta a la prensa y estalla como la Descarga de Cangas.
-Pa mí que esto ye cosa de Villa, algo quedó por ahí y sal ahora.
-El Mudu tenía que saber algo, fijo. Pero como la Gestora no rinde
cuentes ni a dios...
-¿Nun tará metíu Gabino?
La gente, desconcertada, no sabe a quién señalar. La Federación Internacional sólo se disculpa por los horarios televisivos de Master Cachopo, que desde que ha entrado en juego el mercado chino son un tanto extraños, pero aseguran que el campeonato del Mejor Cachopo del Universo está fuera de toda sospecha. No se puede decir lo mismo de la opacidad que hay detrás del Mejor Cachopo de la Galaxia, de quien nadie puede explicar nada concreto (hubo quien intentó teorizar sobre el cachopo cuántico al respecto. En fin...).
Se constituye una acelerada Comisión de Investigación en el Parlamento. El asunto es muy grave, lo exige, pero ya están aquí las vacaciones. Además, esto tiene que estar resuelto antes del Descenso del Sella, que hay mucho en juego. El PP (Partido del Papeo) se ve comprometido por la actuación de L. Barganizas, antiguo tesorero, dada su vinculación con la HOSTIA (Hostelería, Turismo e Industrias Afines) pero el PS (Partido de la Saciedad) también tiene afiliados en la misma entidad. Discuten acaloradamente a quién corresponden las iniciales D.M. que aparecen en los papeles, si al mediático cocinero Daviz Muñón, que podría estar relacionado con lo del cachopo galáctico, o -como sostiene la defensa de los procesados por este caso- a Dolores Melón, 69 años, natural de Boqueixón, que trabajó como pinche en la cocina del HUCA y cuya única actividad pública conocida desde su jubilación es participar en las sestaferias para limpiar el Parque del Truébano de vez en cuando. El juez no da mucha credibilidad a esta opción, por lo que parece. Aquí habría que añadir la interpretación de FOX, un partido minoritario, que asegura que las siglas D. M. corresponden a "Dios mediante", y que el cachopo es un asunto sagrado que debe estar por encima de estas trifulcas políticas. Bloqueada por las acusaciones mutuas la comisión no avanza. C's (Comensales) aprovecha para reclamar una Ley de Libertad de Ingredientes para el cachopo mientras que Unidos Comemos propone la regulación de las recetas participativas.
El tiempo pasa, la temperatura sube y esto no parece que vaya a conducir a nada. Bueno, a nada que no sea un montón de publicidad gratuita que se traduce en facturación en alguna parte (¿en una galaxia muy, muy lejana?).
En fin, ahora cada cual puede copiar esto y cambiar nombres y siglas por los que más se ajusten al caso, que seguro que da juego.
Por supuesto, este relato es ficción y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Al fin y al cabo me voy acomodando y no tengo gana de polémica. Si hubiera querido buscar problemas no hubiese escrito sobre cachopos, hubiese hablado del vino de Cangas :-)))
Intenten ser felices, pese a todo.